En un mundo donde las inversiones suelen concentrarse en mercados saturados, Paraguay se presenta como un territorio fértil y en crecimiento, con vastas extensiones de tierra productiva, abundantes recursos naturales y una economía en expansión. Este país sudamericano combina estabilidad macroeconómica con un entorno amigable para los negocios, ofreciendo oportunidades reales para los inversores extranjeros que buscan diversificar su portafolio en un mercado con alto potencial de desarrollo.
Paraguay ha cimentado una reputación envidiable en términos de estabilidad macroeconómica. Con una inflación anual controlada y reservas internacionales sólidas, el país ofrece un entorno propicio para inversiones seguras y sostenibles. El presidente Santiago Peña enfatiza que esta estabilidad es esencial para implementar políticas públicas efectivas y atraer capital extranjero.
El crecimiento del PIB paraguayo ha superado consistentemente el promedio sudamericano, destacándose como un faro de progreso en la región. Este crecimiento se ve impulsado por sectores clave como la agricultura, la ganadería y la energía hidroeléctrica, posicionando al país como un exportador de relevancia en estos mercados.
La Ley 60/90 y el régimen de Maquila ofrecen incentivos fiscales significativos para inversores extranjeros. En 2024, se aprobaron 135 proyectos bajo la Ley 60/90, sumando inversiones por USD 411 millones y proyectando casi 6,000 empleos. Simultáneamente, el régimen de Maquila incorporó 36 proyectos con inversiones de USD 103 millones, evidenciando el compromiso del país con la atracción de capital foráneo.
Paraguay ha simplificado los procesos para la apertura de empresas, destacándose la modalidad de Empresas por Acciones Simplificadas (EAS), que permite una constitución rápida y eficiente. En 2024, se registraron 5,926 nuevas empresas bajo esta figura, reflejando un entorno favorable para emprendedores internacionales.
El mercado inmobiliario paraguayo presenta oportunidades únicas. Los precios accesibles de terrenos y una creciente demanda de viviendas, impulsada por el auge de la clase media y la urbanización, crean un escenario ideal para desarrolladores y constructores. Ciudades como Asunción y Ciudad del Este se perfilan como núcleos de inversión inmobiliaria con alto potencial de rentabilidad.
Más allá de los números, Paraguay muestra un firme compromiso con el desarrollo sostenible. Proyectos de reforestación, uso de energía 100% renovable y políticas ambientales proactivas posicionan al país como un destino atractivo para inversiones socialmente responsables.
En el vasto tablero de ajedrez de las inversiones globales, Paraguay se presenta como una jugada maestra esperando ser realizada.
Con una combinación de estabilidad económica, incentivos fiscales, crecimiento sostenible y un mercado inmobiliario en expansión, este país ofrece un lienzo en blanco para que los inversores extranjeros pinten su próxima obra maestra financiera. Si buscas un destino donde tu inversión no solo crezca, sino que también contribuya al desarrollo de una nación en ascenso, Paraguay es, sin duda, una opción que merece ser explorada.